Tica
Soy un
perro. Soy un animal que vive y respira. Siento dolor, alegría, miedo y placer.
No soy una
cosa. Si me pegan, me va a doler y voy a sangrar. Me puedo quebrar. Siento
dolor. No soy una cosa.
Soy un
perro. Disfruto al jugar, al caminar, pero por encima de todo disfruto el
tiempo que paso con mi familia, mi manada. No quiero más nada que no sea estar
al lado de mi humano. Quiero dormir donde tú duermas y caminar donde tú
camines. Soy un perro y siento amor… añoro tu compañía.
Disfruto el
toque de una mano amiga y la suavidad de una buena cama. Quiero estar dentro
del hogar con mi familia, no afuera, al final de una cadena, solo en un kennel
o en un jardín cercado por horas. Nací para ser un compañero, no para vivir una
vida de soledad.
Me da frío y
me da calor. Me da hambre y también sed. Soy una criatura viviente, no una
cosa.
Cuando tú te
vas, quiero ir contigo. Si me tengo que quedar, esperaré ansioso hasta que
llegues. Siempre extraño el sonido de tu voz. Haré lo que sea para complacerte.
Vivo para ser tu querido compañero
Soy un
perro. Mis acciones no están dictadas por el dinero, la avaricia ni el odio. No
tengo prejuicios. Vivo el momento, el amor y la lealtad me guían.
No me
confundas con un objeto sin vida. Puedo pensar y sentir cosas, mucho más allá
de dolor físico. También siento miedo y felicidad, amor y confusión. Tengo
emociones. entiendo sobre eso igual o más que tú. Puedo comprender las palabras
que me dices, aunque tú a veces no me entiendas a mí.
Soy un
perro. No soy capaz de cuidarme sin tu ayuda. Si eliges atarme y no me
alimentas, me dará hambre. Si me abandonas en un camino olvidado, sentiré miedo
y soledad. Te buscaré y me preguntaré por qué me dejaron atrás. No soy una
propiedad que puedas desechar y olvidar.
Si eliges
dejarme en una perrera, estaré temeroso y esperaré que cada sonido de pasos que
escuche desde ese momento seas tú, yéndome a buscar.
Soy un perro
– una criatura que vive y respira. Si eliges llevarme a casa, por favor dame
las cosas que necesito para ser feliz y saludable.
Dame buena
comida, agua limpia, una cama cálida y mucho amor. No me abandones. No me
patees. No me dejes cuando la vida se vuelva ocupada. Haz un compromiso mientras
yo esté vivo o no me lleves a casa en primer lugar.
Si me dejas,
no tendré los medios para cuidarme a mí mismo. Estoy a la merced de la bondad
de la gente; si caigo en las manos equivocadas, mi vida estará arruinada.
Siento
dolores, miedos y soledad también. Si termino en un refugio para animales, mis
ojos serán lo único que podrá convencer a alguien de salvarme y demostrar que
soy amigable. Mi cola les hará saber de mi felicidad. Si no es lo
suficientemente bueno, moriré.
Soy un
perro. Quiero dar y recibir amor. Quiero vivir. No soy una cosa. No soy un
pedazo de propiedad. Por favor, no me descartes. Trátame con amor, bondad y
respeto. Prometo pagarte con amor incondicional mientras viva.
Penny Elms,
escritora asociada con Dog
News Examiner, ha sido fanática de los animales de por vida y ha
dedicado los últimos 4 años a una gran organización sin fines de lucro de
rescate de perros en Washington.
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